Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

27/11/2008

La Conferencia Europea de la Economía Social concluye en Estrasburgo con un llamamiento en favor de una economía más plural y de un mayor reconocimiento del sector

Reconocimiento, visibilidad, pluralidad, actuación en común, especificidad, principios, valores… son palabras que se han repetido con insistencia durante la celebración, la semana pasada en Estrasburgo, de una nueva Conferencia Europea de la Economía Social. Con el reto primordial de lograr el merecido reconocimiento por parte de las distintas instituciones europeas, qué mejor que acercar a los representantes de la economía social a dos de los organismos en los que se debate sobre los principales temas socio-económicos del continente. Así lo debieron pensar los organizadores del evento, la patronal francesa de economía social (CEGES), el Instituto de Cooperación Social Internacional (ICOSI) y la plataforma Social Economy Europe, que durante los pasados viernes y sábado atrajeron a más de 400 participantes a las sedes del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo de Estrasburgo.

La conferencia se celebró en un doble contexto. Por un lado, el de la crisis económica, que sitúa también a las entidades de economía social en dificultades, si bien están demostrando, una vez más, una mayor capacidad de adaptación. Y por otro lado el contexto de la disputa en el seno de la Comisión Europea sobre la validez del régimen fiscal cooperativo, que se aplica en una serie de países, entre ellos España, y que podría ser considerado contrario a la normativa comunitaria sobre libre competencia.

La trascendencia del momento se puso de manifiesto en las distintas intervenciones de los actores de la economía social, así como de los representantes institucionales. Desde el propio sector, miembros de Coopératives Europe como Rainer Schlütter y Jean-François Hoffelt destacaron el escaso reconocimiento del cooperativismo en la Unión Europea, e hicieron un llamamiento a la defensa de la pluralidad de formas de emprendimento, así como a la especificidad de las cooperativas y otras figuras de la economía social. “La diferencia puede ser una riqueza en el futuro”, dijo Hoffelt, que habló también de la necesidad de aumentar la visibilidad de estas organizaciones, a través de los medios de comunicación social.

Pluralidad y diferenciación

En la misma línea, el portavoz de la categoría de economía social del Consejo Económico y Social Europeo (CESE), Miguel Ángel Cabra de Luna, destacó que la economía social la constituyen empresas diferentes. “Hay un pluralismo muy antiguo” –dijo- “compuesto por empresas que en algunos casos suman más de un centenar de años de experiencia”. Y añadió: “En el mercado todos somos operadores económicos, pero no iguales, y a los desiguales hay que tratarlos de manera diferente”.

Cabra de Luna advirtió, además, que el 60 o 70 por ciento de las grandes decisiones económicas para los países europeos se toman en Bruselas. Por ello manifestó la necesidad de que se elabore una estrategia europea de todo el sector unido, con mensajes claros a favor de la economía social.

La conferencia, eso sí, celebró la elaboración, por parte del Parlamento Europeo, del Informe de iniciativa sobre la economía social, el conocido como Informe Toia, en referencia a su autora, la europarlamentaria Patrizia Toia. Cabra de Luna anunció también la aprobación, el año que viene, de un dictamen del CESE, con propuestas estratégicas para el reconocimiento jurídico y social de la economía social en Europa.

Por su parte, la representante de la Dirección General de Empresa e Industria, de la Comisión Europea, Sylvia Vlaeminck, manifestó su intención de impulsar la aplicación del Manual europeo para la elaboración de cuentas satélite de la economía social, elaborado por el CIRIEC bajo la dirección de los profesores José Barea y José Luis Monzón, y presentado el año pasado en Bruselas. Vlaeminck dijo que su intención es ponerse en contacto con las oficinas nacionales de estadística para seguir adelante con este proyecto, ya que hasta el momento no se cuenta con estadísticas fiables que midan la verdadera contribución de la economía social al desarrollo económico y el bienestar social.

Importante presencia de la economía social española

Durante la conferencia, la economía social española sonó y mucho. En Estrasburgo estuvieron presentes representantes de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), encabezados por su presidente, Juan Antonio Pedreño; representes también de la Confederación de Cooperativas de Trabajo Asociado (COCETA), de las cooperativas agrarias (CCAE), de CEPES-Andalucía y de la corporación Mondragón. También asistieron a la conferencia una delegación del Parlamento regional de Murcia, así como representantes de CIRIEC-España.

Modelos de organización como el de Mondragón, la propia CEPES, e iniciativas como los Pactos Andaluces por la Economía Social fueron citados elogiosamente por algunos de los intervinientes europeos, tanto por parte de los representantes de las instituciones europeas como de la propia economía social. CEPES tuvo la ocasión, además, de coordinar uno de los talleres previstos en la conferencia, en este caso sobre el papel de la economía social en la región euromediterránea.

Otra manera de emprender

El programa incluyó, asimismo, talleres sobre políticas públicas de fomento de la economía social, libertad y pluralidad del emprendimiento, interés general y reglas del mercado, cohesión social y territorial e innovación.

Las distintas sesiones de la Conferencia pusieron de manifiesto que Europa puede continuar construyéndose de otra manera, por y para los ciudadanos, con un papel esencial de la economía social. Las formas de hacerlo parecen cada vez más claras: unidad, actitud y trabajo en distintos ámbitos, desde la política hasta los medios de comunicación. Los cambios previstos próximamente en la Unión, con la celebración de nuevas elecciones europeas, pueden proporcionar un momento decisivo para situar a la economía social de forma destacada en la agenda política y social europea.

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