15/04/2021
COCETA celebra el elevado ritmo de creación de cooperativas de trabajo, también durante la pandemia
A partir de los datos recabados por la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (COCETA), referidos a los años 2019 y 2020, en el actual contexto de crisis derivada por la pandemia se puede afirmar ya que el ritmo de creación de cooperativas y de empleo generado por las mismas se ha mantenido estable y elevado también en este último año, en comparación con el anterior.
“Un buen balance para el cooperativismo” –afirma el presidente de COCETA, Luis Miguel Jurado-, “donde las cooperativas lograron incluso crecer en algunas comunidades autónomas”. Desde COCETA señalan también que el periodo que abarca del segundo al tercer trimestre del año, históricamente es el más fructífero en la constitución de cooperativas de trabajo, y éste coincidió en 2020 con los confinamientos más severos, algo que condicionó e incluso anuló muchas de las actuaciones habituales que se realizan desde la Confederación y desde las organizaciones territoriales en materia de asesoramiento, difusión y promoción de las cooperativas de trabajo.
Por otro lado, en COCETA se ha establecido un perfil del comportamiento del cooperativismo de trabajo durante 2020 a partir de las conclusiones extraídas de varios estudios propios. Como el resto de empresas, las cooperativas de trabajo se toparon con situaciones límite generadas por la pandemia, pero gracias a que son sociedades con principios y valores sólidos -basados en la ayuda mutua, la responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad-, lograron en general resistir y adaptarse al nuevo contexto.
Entre las principales dificultades y retos que afrontaron las cooperativas en 2020, según informes de COCETA, destacan la adaptación al teletrabajo y a una “digitalización forzosa”. Los problemas de conciliación, especialmente en el momento del confinamiento total; o la prevención de riesgos laborales en todo lo relacionado con la situación sanitaria son otras de las cuestiones más citadas. Una de las respuestas que demuestra la capacidad de adaptación de las empresas cooperativas es el incremento de medidas conciliadoras en casi un 70% de aquellas, medidas que las mismas cooperativas afirman que pretenden mantener.
Otra realidad constata la resiliencia de las cooperativas de trabajo, también durante la COVID-19: El 90% de las cooperativas de trabajo que solicitaron ERTE eran del sector servicios. De las que lo solicitaron, un 76% lo habían dejado a finales de año y no realizaron despidos posteriores, evidenciando que el mantenimiento del empleo, incluso en condiciones tan extremas como las vividas, es una prioridad.
Es por todo lo anterior por lo que desde COCETA concluyen que, si bien 2020 puso a prueba el modelo empresarial del cooperativismo de trabajo, fue precisamente por sus características particulares, de anteponer a las personas, por esa gestión colectiva que conlleva la toma de decisiones democráticas y participadas, por esa flexibilidad y capacidad conciliadora, por lo que las cooperativas de trabajo aprobaron con nota.
A la luz de estas conclusiones, el presidente de COCETA, Luis Miguel Jurado, ha manifestado que el comportamiento del cooperativismo de trabajo durante 2020 “es el mejor ejemplo de la capacidad de resistencia y adaptación ante la adversidad”. “Un modelo empresarial” -añade-, “que sale fortalecido, demostrando que hacer que la economía ponga en el centro a las personas, que anteponga el mantenimiento del empleo, y en general su bienestar, es una inversión inequívocamente rentable”.
Por ello, Jurado reitera la llamada de atención a las administraciones públicas: “Mírennos, porque este es el futuro, si queremos ir a mejor. Cuenten con nosotras, las cooperativas de trabajo, téngannos en cuenta en la recuperación. E igualmente nos ponemos a disposición de todas aquellas personas interesadas en emprender en colectivo y tomar las riendas de su futuro laboral, a las que podemos asesorar, formar y acompañar”.