30/04/2020
Presentado el V Informe de Odismet, el Observatorio de la Discapacidad y el Mercado de Trabajo en España, de Fundación ONCE
La tasa de empleo de las personas con discapacidad (25,5%) sigue estando muy alejada de la de la población en general, que se sitúa en el 65,9%, estableciéndose así una diferencia de más de 40 puntos porcentuales. Solo una de cada cuatro personas con discapacidad tiene empleo. Son datos de antes de la crisis sanitaria, que también está impactando en el colectivo de personas con discapacidad. Antes de la pandemia, más de 1.250.000 personas con discapacidad estaban inactivas laboralmente.
Estos son algunos de los datos que recoge el Informe nº 5 del Observatorio Odismet, sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo, de Fundación ONCE, presentado esta semana de forma telemática. El coordinador del Odismet, Luis Enrique Quifez, expuso los detalles de esta radiografía de la realidad laboral de las personas con discapacidad en el país, que servirá también para analizar el futuro de su empleabilidad tras la pandemia.
Según las últimas cifras recopiladas en el Informe, en España se registran un total de 1.899.800 personas con discapacidad entre los 16 y los 64 años, lo que representa un 6,3% del conjunto de la población. Desde 2008 el colectivo ha crecido en 1.026.500 personas, lo que supone un incremento de la tasa de prevalencia de 3,5 puntos.
Los indicadores vinculados al empleo siguen mostrando notables diferencias entre la población general y las personas con discapacidad, lo que evidencia la complejidad del acceso al empleo de estas últimas. Así, un total de 1.254.200 personas con discapacidad están inactivas laboralmente. La principal causa de ello es la situación de incapacidad permanente (62,3%), que está vinculada a la percepción de las pensiones que en el actual contexto laboral se constituyen como un elemento de garantía económica, difícilmente renunciable en un escenario de inestabilidad contractual y bajos salarios.
Por otra parte, las 78.343 personas con discapacidad paradas de larga duración suponen el 54,6% del total de desempleados y afecta en mayor medida a las mujeres, los mayores de 45 años y a aquellos sin formación o con estudios primarios.
En 2018 se realizaron 339.119 contratos a personas con discapacidad, dato que representa el 1,5% del total de los realizados en ese ejercicio. En cuanto al índice de rotación en la contratación alcanza su cota más alta y se posiciona en 2,2 puntos. Del total de contratos realizados al colectivo, exclusivamente 36.938 se establecieron como contratos específicos para personas con discapacidad (10,9%). Circunstancia que podría apuntar hacia una falta de información en este sentido del mundo empresarial.
A estos datos de baja contratación laboral se une la precariedad laboral a la que se enfrentan. La tasa de temporalidad es del 89,3% y el salario medio anual bruto de las personas con discapacidad se fija en 19.726,2€, un 16,8% menos que el de la población general. Desde 2010, además, ese salario se ha visto reducido en 827€, lo que contrasta con el leve incremento salarial del total de trabajadores en el mismo periodo.
El salario medio bruto anual de las mujeres con discapacidad es de 17.730 euros, frente a los 21.079 que reciben los hombres del mismo colectivo, lo que arroja una brecha salarial de algo más del 16 %. También existe diferencia respecto a las mujeres sin discapacidad, que perciben por este concepto 20.606 euros.
Respecto a las prestaciones económicas, 942.953 personas con discapacidad reciben pensiones no contributivas por incapacidad permanente, con un importe medio mensual de 946,19 €.
La formación es importante también para las personas con discapacidad
La formación aparece como una variable relevante en la situación laboral de las personas con discapacidad, ya que los mayores niveles formativos favorecen una posición activa hacia el empleo. En concreto, la tasa de actividad es del 2,4 % entre las personas con discapacidad que no tienen estudios; del 19,7 % en el caso de que sean primarios; 36,8 % en los secundarios y del 53 % en las que han cursado estudios superiores.
Atendiendo al tipo de discapacidad, las sensoriales son las que en mayor medida alcanzan estudios superiores. En contraposición, se registra un 26,1% de personas con discapacidad intelectual sin estudios.
En España se registran 219.720 alumnos con necesidades educativas especiales. El 83,4% cursa sus estudios en centros integrados, lo que refleja un avance social hacia la inclusión de las personas con discapacidad.
Sobre el Observatorio Odismet
Según se informa desde Fundación ONCE, Odismet, el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo, se conforma como referente para la difusión de información sobre personas con discapacidad y su relación con el empleo. Trabaja para dotar de visibilidad a las personas con discapacidad en edad laboral y a sus familias, así como para empoderarlas en el contexto sociolaboral.
Su labor influye en la vida de muchas personas. Para ello, Odismet se esfuerza en conocer sus necesidades, sus sueños y su potencial. Busca crear oportunidades, romper barreras y prejuicios; saltar obstáculos y afrontar retos. Apuesta por las capacidades de las personas con discapacidad, su motivación y su capacidad de esfuerzo y superación constante.