06/02/2020
Disponible el estudio 'El Tercer Sector de Acción Social en España 2019: nuevos horizontes para un nuevo contexto sociopolítico'
La Plataforma de ONG de Acción Social (POAS) y la Plataforma del Tercer Sector (PTS) han presentado el estudio 'El Tercer Sector de Acción Social en España 2019: Nuevos horizontes para un nuevo contexto sociopolítico', una fotografía de las entidades de acción social que muestra la situación de un sector que trabaja en red y que está al lado de las personas más vulnerables en nuestro país. El informe ha sido coordinado por la directora de la Plataforma de ONG de Acción Social, María Luisa Gómez Crespo, y su dirección científica ha corrido a cargo de Manuel Pérez Yruela (IESA-CSIC) y Gregorio Rodríguez Cabrero (Universidad de Alcalá).
El informe se ha realizado a partir de una encuesta a una muestra representativa de entidades del Tercer Sector de Acción Social (TSAS), tomando como referencia el Directorio de POAS, compuesto por un fichero de más de 7.200 entidades.
Dentro del Tercer Sector, la investigación se ha centrado en las entidades de Acción Social, formadas, según el III Plan Estratégico del Tercer Sector, “por entidades privadas de carácter voluntario y sin ánimo de lucro que, surgidas de la libre iniciativa ciudadana, funcionan de forma autónoma y solidaria tratando, por medio de acciones de interés general, de impulsar el reconocimiento y el ejercicio de los derechos sociales, de lograr la cohesión y la inclusión social en todas sus dimensiones y de evitar que determinados colectivos sociales queden excluidos de unos niveles suficientes de bienestar”.
Un TSAS consolidado que se rejuvenece e internacionaliza
Según afirma el Informe, el TSAS se encuentra en una “etapa avanzada de consolidación”, que se caracteriza también por ser una etapa de “crecimiento y rejuvenecimiento institucional”, debido a la aparición de un buen número de nuevas entidades. El 56,5% de las entidades del TSAS se han creado en los últimos veinte años.
Se confirma en 2019, como en los años anteriores, que el ámbito territorial preferente de actuación de las entidades del TSAS es el local de proximidad, si bien se observa un importante crecimiento de las actividades a nivel estatal e internacional.
Siguiendo con los datos del informe, el volumen de intervenciones directas realizadas por las entidades del TSAS, estimadas para el año 2018, es de 42,8 millones, una cifra que se aproxima bastante a la de 2008, en el comienzo de la crisis. Entre 2013, año de mayor impacto de la crisis económica, y 2018 el volumen de intervenciones se ha reducido en un 19%. “Este hecho se puede explicar por la recuperación económica, el descenso de la tasa de paro, la disminución de las ejecuciones hipotecarias y otros efectos de la salida de la crisis”.
Presencia mayoritaria de mujeres en los órganos de gobierno
En el conjunto del TSAS, en el año 2018 hay una presencia mayoritaria de mujeres en los órganos de gobierno, representando el 59,6% de las personas que componen los mismos, ocho puntos más que en 2013. Aunque estos datos no sean del todo comparables con lo que en la EPA se entiende por “personal directivo y de gerencia”, el estudio señala que la proporción de mujeres con esa ocupación en el conjunto de la población empleada en España (EPA 2018) era solo del 32,1%. Por otra parte, en 2018 solo estaban remunerados el 5,7% de los miembros de órganos de gobierno del TSAS.
Empleo en el TSAS: elevada cualificación y una relativa precariedad
El estudio informa también que en 2018 el TSAS empleaba a unas 530.000 personas remuneradas, casi un 3% del total de la población ocupada en España, si bien el 37,6% de las entidades no tenían ninguna persona contratada. En el conjunto del sector ha aumentado ligeramente el número medio de personas empleadas, pero el aumento ha sido mucho mayor en las entidades singulares y de mayor volumen de ingresos.
Entre las personas remuneradas predominan las mujeres, que son casi siete de cada diez y tienen una mayor presencia en las entidades con menos de 5 personas empleadas. El colectivo remunerado se caracteriza por un elevado nivel de estudios: el 74% de todas las personas contratadas tienen estudios superiores, lo que contrasta con el 43,2% de la población ocupada española. Tres de cada diez entidades tienen contratadas personas con discapacidad.
Las condiciones de trabajo, sin embargo, se caracterizan por una relativa precariedad: predominio de la jornada a tiempo parcial, debido a que el 53,5% de las personas contratadas tienen jornadas de trabajo inferiores a 20 horas por semana; y elevada proporción de contratos temporales, que afecta al 37,5% de todo el empleo en el sector.
El voluntariado, signo distintivo del TSAS
Junto a las personas contratadas, en 2018 había en el TSAS en torno a 1.055.000 personas voluntarias, de las que casi el 28% forman parte de las entidades singulares. Desde 2013 hasta 2018 ha habido una reducción del volumen de personas voluntarias, unas 220.000, “debido a la caída de la demanda social, mejora de la actividad económica y dificultades de gestión del voluntariado por las entidades sociales”, según el informe. En este colectivo predominan también las mujeres (62%) y existe un equilibrio en la participación por grupos de edad, “con una relativa tendencia al envejecimiento”.
La financiación de las entidades del Tercer Sector de Acción Social
La financiación pública sigue siendo la fuente de ingresos más importante de las entidades sociales, pero ésta ha descendido progresivamente a la vez que ha crecido la proporción de los ingresos procedentes del sector privado y de las propias entidades. Entre 2008 y 2018 la financiación pública ha descendido 20 puntos porcentuales, del 61% al 41%, y la financiación propia ha crecido 17,8 puntos, hasta suponer el 33%. La financiación privada ha aumentado también, constituyendo en 2018 el 26% de todos los ingresos. En total, el TSAS ingresó unos 16.583 millones de euros en 2018 y gastó unos 16.557 millones. Su actividad representa el 1,45 % del PIB en el año 2018.
El estudio concluye afirmando que el TSAS es uno de los cuatro pilares de la producción de bienestar junto al Estado, los hogares y el mercado. Se relaciona de manera más directa con el Estado o Administraciones Públicas “debido a la cooperación estable en el desarrollo de las políticas sociales que dan respuesta a los colectivos más vulnerables de la sociedad. En la práctica, son aliados estratégicos”.
Debilidades y fortalezas del sector
En base a los cuatro estudios ya realizados entre 2008 y 2019 sobre el TSAS, se definen como fortalezas del Tercer Sector su rejuvenecimiento institucional, gracias a la creación de nuevas entidades en los últimos años; la consolidación de un modelo de proximidad en su actuación, sin perder de vista la acción estatal e internacional; su intervención en todos los campos de necesidades sociales; la participación mayoritaria de la mujer en todos los ámbitos, desde el voluntariado hasta los órganos directivos de las entidades, y la elevada cualificación de los trabajadores del Tercer Sector.
En cambio, entre sus debilidades se encuentra la relativa precariedad de los empleos, que se explica, en parte, por tratarse de actividades ligadas a programas a corto plazo, pero también por la propia debilidad financiera del sector; un "claro déficit" en planes de calidad, participación, auditoría o gestión medioambiental, y una capacidad aún limitada para influir en el diseño de las políticas sociales.
Jornada de presentación
El estudio fue presentado el pasado 31 de enero, en una jornada celebrada en la sede central de Cruz Roja en Madrid. En la mesa inaugural de presentación del estudio participaron el presidente de Cruz Roja, Javier Senent; el nuevo director general de Políticas de Discapacidad, Jesús Celada; la presidenta de la Plataforma de ONG de Acción Social, Asunción Montero; y el presidente de la Plataforma del Tercer Sector, Luciano Poyato.
Por su parte, la directora de la Plataforma de ONG de Acción Social, María Luisa Gómez, moderó la ponencia científica 'Cambios del Tercer Sector Social', en la que intervinieron Raúl Ruiz Villafranca, consultor senior en 'Fresno the right link'; Manuel Pérez Yruela, profesor de Investigación del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), y Gregorio Rodriguez Cabrero, catedrático de Sociología de la Universidad de Alcalá.
Por último, la directora de la Plataforma del Tercer Sector, Elena Rodríguez, moderó la última mesa de la jornada, en la que la directora de la Plataforma del Voluntariado de España, Mar Amate; el director de EAPN-España, José Javier López, y la presidenta de la Fundación CERMI Mujeres, Concha Díaz, realizaron una valoración de los retos a los que se enfrenta el Tercer Sector Social.