06/09/2018
El IUDESCOOP da a conocer los primeros resultados del Proyecto ProSumE, de autoproducción y consumo de energía
El Instituto Universitario de Investigación en Economía Social, Cooperativismo y Emprendimiento (IUDESCOOP) de la Universitat de València, ha dado a conocer las primeras conclusiones de su trabajo en el proyecto ProSumE, con respecto a la evolución del marco administrativo-legal existente y necesario para conseguir que en la ciudad de València se pueda producir y consumir más energía fotovoltaica. Es decir, fomentar la figura del prosumidor.
Según se explica desde el IUDESCOOP, aunque no existe aún un concepto jurídico, la figura del prosumidor es la de una persona que reúne la condición de productor y consumidor, en este caso de energías renovables. Dicho concepto ha cobrado fuerza en los últimos años en las instituciones y países europeos, sobre todo a partir de la Comunicación de la Comisión ‘Energía limpia para todos los europeos’ (de 31 de noviembre de 2016), que pretende acelerar y consolidar la transición de la economía europea hacia una energía limpia. Dicha Comunicación reivindica también el papel proactivo de la ciudadanía en esa transición.
Los principales objetivos son la generación descentralizada de energía, eliminar los obstáculos a la autogeneración y dar un papel más activo a los consumidores para que puedan producir, almacenar, compartir, consumir y vender en el mercado su propia energía.
Según la Unión Europea, es necesario que las personas tengan derecho a ser autoconsumidores de energías renovables, así como vender su excedente de producción sin tener que pagar impuestos por consumir electricidad de producción propia.
Según destaca Gemma Fajardo, profesora titular de Derecho Mercantil e investigadora del IUDESCOOP, “la legislación española no hace referencia a la figura del prosumidor o autoconsumidor, aunque sí al autoconsumo de energía eléctrica. Al contrario de lo que marca la directiva de la Unión Europea, la legislación en España solo contempla el autoconsumidor como individuo y no como grupo (después de la sentencia del Tribunal Constitucional de junio de 2017)”. Tampoco permite que la persona que autoconsume pueda vender la energía que le sobra. Trabas que tendrán que ser eliminadas legislativamente, como muy tarde, para cuando entre en vigor la directiva europea, el 1 de enero de 2021.
A pesar de todo, en España ya se han dado pasos hacia un contexto más favorable y han sido varios los grupos políticos que han presentado una proposición en el Congreso que incorpora algunas mejoras. Por ejemplo, el autoconsumo en grupo, la no exigencia de que la persona consumidora sea propietaria de la instalación productora y la reducción de las cargas al pequeño productor. Sin embargo, aún faltará por reconocer la posibilidad de que los prosumidores puedan vender sus excedentes como ya se hace en otros países más pioneros, como en Alemania o el Estado de California.
El proyecto ProSumE (Enabling Energy Prosumers Services) pretende definir una hoja de ruta para convertir a València en un referente nacional y europeo en materia de autoconsumo y autoproducción de energía solar. Es una iniciativa del centro de innovación Las Naves, el Instituto de Ingeniería Energética (IIE) de la Universidad Politécnica de València, la Fundación Observatorio del Cambio Climático, el IUDESCOOP y AVAESEN. La financiación corre a cargo del EIT Climate Kic, la principal iniciativa de la Unión Europea sobre cambio climático.
La jornada final del proyecto, donde se presentarán los resultados definitivos, tendrá lugar el 22 de octubre en Las Naves (Valencia).