19/04/2007
Marcos de Castro: “El concepto de diálogo social es inválido”
El presidente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), Marcos de Castro, afirmó durante su participación ayer en el Encuentro Iberoamericano de la Economía Social que el concepto actual de diálogo social “es inválido” porque el binomio empleador/empleado no es acorde con la diversidad empresarial actual. Según el presidente de CEPES, la actual concepción de diálogo social “rompe el concepto de emprendedor, sobre todo colectivo, rompe la idea de innovación y rompe la adecuada relación entre poderes públicos y sociedad”. Ello es un primer elemento que condiciona las políticas de fomento de la economía social, añade Marcos de Castro.
Para el máximo representante de la economía social española, otro eje de dificultad es la definición del concepto de economía social. “No está definido jurídicamente” –dice Marcos de Castro- “y a causa de ello entra en competencia con otros conceptos que van surgiendo como economía solidaria, etc. que pueden añadir cierta confusión”. Marcos de Castro añade, no obstante, que el concepto sí que existe socialmente, genera empleo y riqueza, y existe también administrativamente, por ejemplo en la Dirección general de la Economía Social, del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. En ese sentido lamentó que las estadísticas de dicho departamento sólo tengan en cuenta a las cooperativas y sociedades laborales y no al resto de figuras de la economía social, como las fundaciones, las mutualidades, las empresas de inserción y los centros especiales de empleo, o a entidades singulares como el Grupo ONCE. El presidente de CEPES felicitó, por otra parte, a la delegación mexicana porque allí sí que están trabajando en un Ley de empresas de economía social.
Complicidad con el Ministerio de Trabajo
Marcos de Castro se congratuló de la “complicidad” que siente el sector con el Ministerio de Trabajo, pero lamentó la escasa presencia en otro tipo de ministerios, relevantes también para el quehacer diario de la economía social. Ello impide que la economía social negocie en temas de fiscalidad, política económica, inmigración o previsión social, temas todos ellos de especial interés para el sector.
Entre las reivindicaciones formuladas, Marcos de Castro pide la extensión de la capitalización del desempleo en su modalidad de pago único a todas las figuras de la economía social, no solo cooperativas y sociedades laborales, y la potenciación del Consejo de Fomento de la Economía Social. La reciente puesta en marcha de la Subcomisión Parlamentaria de la Economía Social en el Congreso de los Diputados es, por otra parte, una buena noticia para el sector.
Marcos de Castro destacó, por último, dos efectos importantes de la economía social, por los cuales debe ser apoyada. En primer lugar, por el desarrollo del espíritu empresarial. En este sentido, un documento del Comité Económico y Social Europeo afirma que la economía social “ayuda a asumir riesgos en colectivo, que individualmente no se podrían asumir”. En segundo lugar, porque impulsa la cohesión social. En un mundo donde las relaciones sociales son cada vez más pobres, la economía social genera elementos de confianza que a su vez permiten construir una sociedad más justa.