Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

05/03/2007

Un congreso internacional debate sobre la eficacia de la ayuda al desarrollo

Altos costes con relativa baja efectividad, utilización de personal externo en lugar de crear capacidades individuales e institucionales, calidad cuestionable del personal, objetivos poco definidos... Las críticas al modelo actual en el que se basan los proyectos de desarrollo realizados a través de instituciones y ONG centraron los debates del Congreso Internacional ‘Fortalecimiento Institucional y Desarrollo’, celebrado la pasada semana en Madrid por el Centro de Estudios de Cooperación para el Desarrollo. El Congreso reunió a expertos de instituciones internacionales como Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo Multilateral de Inversiones o el Banco Interamericano de Desarrollo; además de grandes ONG como Intermón Oxfam o Acción Internacional.

Los expertos participantes afirmaron que el actual sistema de creación de instituciones y desarrollo de proyectos perpetúa muchos errores, y coincidieron en la necesidad de cambiar de modelo, ensayando sistemas en los que se sitúe como responsables y protagonistas a los beneficiarios y beneficiarias de las iniciativas, a través de la formación para la planificación, el desarrollo técnico y la gestión de los fondos.

Fortalecimiento de capacidades

“Ha habido un desperdicio enorme de recursos. En diez años en América Latina se han debilitado las instituciones que creamos y en África han desaparecido”, reconoció Luis Gómez Echeverri, director adjunto de la Oficina de Políticas de Desarrollo del PNUD.

Luis Gómez piensa que, por parte de los organismos internacionales, los errores más frecuentes son trabajar a corto y no a largo plazo, utilizar fórmulas muy tecnicistas sin adaptarse a la cultura local, abusar del personal expatriado y crear sólo instituciones a nivel nacional, y no a nivel local y regional. Además, afirma que en décadas recientes más de un cuarto de la ayuda internacional se utilizó en cooperación técnica, de la cual la mayoría fue destinada al desarrollo institucional. “A pesar de estos esfuerzos, el desarrollo de capacidades institucionales continúa siendo una de las dificultades y retos centrales”, apunta.

Gómez Echeverri apuesta por hablar más del “fortalecimiento de capacidades” de las personas y de los grupos, en lugar de utilizar el término “fortalecimiento institucional” y ensayar un modelo “como un contrato” donde los usuarios también sean responsables de los proyectos.

Aprender haciendo

Del mismo modo, para otra de las participantes en el Congreso, Catherine McSweeney, especialista en desarrollo local del Banco Mundial, una de las claves del fortalecimiento institucional es también implicar a los usuarios en la planificación del proyecto, para que sean realistas, prioricen, negocien, lo defiendan y se lo apropien. McSweeney colabora en el desarrollo de proyectos con el modelo ‘Community-Driven Development’ (en inglés, Desarrollo Dirigido por la Comunidad), muy en la línea de las propuestas de Gómez Echeverri.

Otra clave es que sean ellos mismos los que canalicen los fondos. Para ello se les forma, para que se encarguen de informar, llevar la contabilidad y realizar la evaluación de los mismos. En resumen, la estrategia es “aprender haciendo”.

McSweeney afirma que gracias a este enfoque se llega realmente a los que menos recursos tienen y se involucra a las comunidades, sobre todo a los grupos marginados.

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