15/12/2016
La UNESCO reconoce a las cooperativas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha reconocido a las cooperativas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la reunión del Comité intergubernamental que se llevó a cabo el pasado 2 de diciembre en Adis Abeba, Etiopía, y a propuesta de una delegación de representantes del movimiento cooperativo alemán, concretamente de la Hermann Schulze-Delitzsch Society y la Friedrich-Wilhelm-Raiffeisen Society.
Concretamente, Alemania presentó la candidatura para que “la idea y la práctica de compartir intereses colectivos en cooperativas” fuera declarada Patrimonio Cultural Inmaterial, lo cual fue aprobado junto a otras 15 propuestas culturales de 46 países.
Según la candidatura presentada a la UNESCO, una cooperativa “es una asociación de voluntarios que suministra servicios de índole económica, social o cultural a sus miembros con vistas a mejorar su nivel de vida, resolver problemas comunes y propiciar cambios positivos. Basadas en el principio de subsidiariedad, que parte de la base de que la responsabilidad personal está por encima de la acción del Estado, las cooperativas permiten crear comunidades gracias a los intereses y valores compartidos por sus miembros, a fin de aplicar soluciones innovadoras a problemas muy diversos de la sociedad: desde la creación de empleo y la ayuda a las personas mayores, hasta la revitalización urbana y la ejecución de proyectos de energías renovables”.
Según datos recopilados por la confederación mundial de cooperativas de trabajo CICOPA, el empleo cooperativo concierne directamente a 250 millones de personas en el mundo, sin tener en cuenta el empleo indirecto e inducido. En el G20, el empleo cooperativo representa casi el 12% del total de la población ocupada.
Una invitación internacional a desarrollar el cooperativismo
En España, la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (COCETA) ha celebrado esta declaración de la UNESCO, “que invita a países y organizaciones internacionales a profundizar en el desarrollo, la visibilidad y puesta en marcha de este tipo de empresas”, según ha manifestado Juan Antonio Pedreño, presidente de la Confederación.
Pedreño recuerda que el empleo generado en cooperativas de trabajo es un empleo estable y de calidad, y España es un ejemplo de ello. “El 80% de los contratos son indefinidos, y el 82% es a jornada completa”, indica el presidente de COCETA, que celebra también que en las nuevas cooperativas está habiendo una incorporación masiva de jóvenes.
Por otro lado, las cooperativas de trabajo españolas destacan también por su capacidad de apuntalar el empleo a través de la recuperación de empresas en crisis. COCETA calcula que en España hay más de 100 empresas que se han reconvertido en cooperativas en los últimos años para asegurar su continuidad.
Desde ahora el movimiento cooperativo forma parte, de manera oficial, del patrimonio mundial común, lo que debe traducirse en una mayor protección y salvaguarda, por parte de gobiernos y agencias mundiales, de las cooperativas y las organizaciones que velan por su continuidad.