05/03/2015
El proyecto de ruta turística cooperativa europea ‘Cooproute’ culmina su primera etapa con una presentación en Bruselas
Cooproute se presentó el pasado mes de febrero en Bruselas, en un acto que tuvo lugar en la sede de la Generalitat de Catalunya. Hasta el momento, el proyecto reúne a 80 cooperativas de 11 países, muchas de las cuales son inspiradoras tanto por su modelo empresarial cooperativo como por su papel en el turismo responsable y en el desarrollo local.
El proyecto da a conocer diversas experiencias vinculadas al cooperativismo, en una ruta turística europea, al tiempo que se promueve la intercooperación mediante el desarrollo económico de pequeñas iniciativas locales.
Dentro de la web, interactiva, se pueden ver tanto las iniciativas por rama de actividad como por localización geográfica. Entre los participantes pueden encontrarse varios museos relacionados con el tema cooperativo, comenzando por el Museo de Rochdale, cuna del movimiento cooperativo mundial, sin olvidar los hoteles, restaurantes y otros tipos de actividades, siempre relacionadas con el cooperativismo y el desarrollo territorial.
Durante la jornada de presentación, el presidente del CICOPA y vicepresidente de COCETA, Manuel Mariscal, afirmó: “Cooproute nos sirve para poner en valor proyectos que ya existen, tomando en cuenta la situación en la que está Europa. Hay recursos artísticos, culturales, sociales, etc. que no están en explotación. A través de Cooproute debemos ponerlos en valor. Este es un itinerario turístico basado en la sostenibilidad, que permite sacar a la luz lo existente”.
De hecho, varios de los ponentes, entre los que estuvieron Xavier López, director general de Economía Social de la Generalitat de Cataluña; Luca dal Pozzo y Elisa Terrasi, presidente y coordinadora, respectivamente, del proyecto en la Confederación de Cooperativas de Trabajo Europea (CECOP, por sus siglas en inglés), y Mario Campi, del Comité Económico y Social Europeo, se refirieron a la importancia de este otro tipo de turismo, que respeta a las personas y al territorio, y que interactúa con los habitantes de pequeñas poblaciones, a diferencia del turismo masivo.
Proceso de evaluación
Las cooperativas que forman parte de Cooproute pasan un proceso de evaluación antes de poder publicar sus datos en la web. Los criterios, además de la aportación a su entorno, tienen que ver con la posibilidad comunicacional de los miembros de la cooperativa en otros idiomas, ser capaces de recibir gente y explicarles lo que hacen.
Según se explica desde COCETA, Cooproute es un proyecto piloto, que se encuentra aún en un estado inicial. Hasta ahora la Unión Europea ha financiado su puesta en marcha, sin embargo, los miembros del proyecto entienden que hay que dar un paso más allá para que todo el esfuerzo realizado no resulte infructuoso. Para ello se han lanzado a ganar el reconocimiento del Consejo de Europa como Ruta Cultural Europea. Este reconocimiento daría a Cooproute un nivel más alto de visibilización, que serviría para difundir “otro tipo de turismo”, vinculado a iniciativas cooperativas.
Aun así, aunque el proyecto tenga el reconocimiento europeo, será necesaria una financiación, por lo que las organizaciones participantes han comenzado a buscar nuevas fuentes financieras, que permitan dar continuidad a todo lo realizado hasta ahora.
Ejemplos de cooperativas participantes
Durante la presentación en Bruselas se mostraron algunos ejemplos de cooperativas participantes. Desde España se dio a conocer la experiencia de la cooperativa L’Olivera, que desde los años 70 ayuda con una agricultura respetuosa con el medio ambiente a la gente del pueblo de Vallbona de les Monges. Actualmente no sólo producen vino y aceite de alta calidad, sino que también hacen catas de ambos productos, organizan visitas a las instalaciones y ofrecen comidas.
Italia presentó el ejemplo de la cooperativa Viseras, iniciada por jóvenes de un pueblo de Cerdeña, Mamoiada, que crearon tres museos, comenzando por el de las máscaras, algo muy típico de ese lugar y que hace honor al carnaval; otro etnográfico, que refleja la cultura y trabajo de la comarca y un tercero multimedia. Esa iniciativa llevó a que la población creara un foco turístico con hostales, artesanos, restaurantes y delicias locales. En tres años, en el pueblo, de 2.700 habitantes, se han vendido 17.000 tickets.
Otro de los ejemplos fue el de la Cooperativa Ardelaine, de Ardeche, en el sur de Francia, un proyecto que comenzó con siete amigos que querían revitalizar una zona rural casi abandonada, y que ahora cuenta con un hostal, museo de la lana, restaurante y fábrica de lana, tejidos, artesanías, y venta de colchones de lana. Comenzaron con un solo trabajador y hoy son ya 50.
Estas y otras tantas experiencias interesantes pueden encontrarse en www.cooproute.coop, para quienes tengan interés en viajar de otra manera, relacionarse con la gente del lugar, y hacer turismo de calidad y disfrute mientras se aprende.