30/01/2014
Fundación ONCE y RAIS Fundación presentan un estudio sobre la incidencia de la discapacidad entre las personas sin hogar
Al menos un 23% de las personas sin hogar tienen una discapacidad, un porcentaje cinco veces mayor que el de la población con discapacidad respecto a la población total. Además, tan sólo el 12% de las personas sin hogar y con discapacidad tiene el certificado que lo acredita, situación que dificulta su acceso a las prestaciones sociales y al empleo protegido.
Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del estudio ‘Discapacidad en el ámbito de la exclusión social’, elaborado por RAIS Fundación para Fundación ONCE, y que fue presentado el pasado 22 de enero en Madrid, en un acto en el que participaron el director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad, Ignacio Tremiño; la directora de Formación, Empleo y Proyectos de Fundación ONCE, Sabina Lobato, y el director de RAIS Fundación, José Manuel Caballol.
Ignacio Tremiño destacó la necesidad de que la Administración “vaya de la mano de las ONG a la hora de trabajar con las personas sin hogar con discapacidad, porque esta colaboración es enriquecedora a la hora de obtener resultados”. Asimismo, recordó que en los últimos años se ha incrementado el empleo de las personas con discapacidad en un 14%, en parte gracias a los más de 7.000 contratos conseguidos por Fundación ONCE en 2013. “Tenemos que hacer un esfuerzo” –afirmó Tremiño- “para que en las nuevas contrataciones estén incluidas las personas sin hogar”.
Según explicó el director de RAIS Fundación, el estudio confirma que las personas sin hogar con discapacidad, “son un colectivo que necesita que se adopten medidas de intervención para mejorar su situación”.
Por su parte, la directora de Formación, Empleo y Proyectos de Fundación ONCE, Sabina Lobato, afirmó que el documento pone de manifiesto “que existe un círculo vicioso por que la discapacidad ocasiona pobreza y la pobreza lleva muchas veces a la discapacidad o la acentúa”. En su opinión, la constatación de esta realidad “abre un mundo de oportunidades para actuar, para mejorar nuestros servicios e intensificar la colaboración entre entidades expertas para mejorar esta situación”.
La secretaria general de FSC Inserta, Virginia Carcedo, insistió en que el estudio sirve para sacar de la invisibilidad y mostrar la realidad de un grupo de personas “en situación de exclusión extrema” que necesitan del apoyo de todas las instancias públicas y privadas para reconstruir sus vidas, y oportunidades, para incorporarse de pleno a la sociedad a la que pertenecen como ciudadanos”.
Escaso acceso al empleo protegido
Tal y como explicó el coordinador de la investigación, Miguel Pérez-Loza, el estudio se desarrolló en dos fases. En la primera se actuó sobre una muestra de 695 personas sin hogar atendidas por RAIS Fundación en la Comunidad de Madrid, de las cuales el 85% eran hombres, el 50% mayores de 45 años, el 33% de origen extranjero y el 56% con estudios primarios. De las entrevistas realizadas se concluyó que tan sólo el 17% de las personas sin hogar que sí tienen el certificado de discapacidad han accedido al empleo protegido, y sólo un 11% a un trabajo en un centro especial de empleo.
En la segunda fase se hizo un análisis en profundidad de la relación entre discapacidad, exclusión social y personas sin hogar. Para ello, se entrevistó a 129 personas de la muestra inicial. De las personas con discapacidad sin hogar, el estudio revela que el 72% tiene una discapacidad física (vinculada a enfermedades no profesionales, consumo de alcohol y otras sustancias), el 46%, mental y el 11%, sensorial.
Por último, el informe detecta que las personas sin hogar con discapacidad son más vulnerables a sufrir situaciones de violencia, agresiones físicas y sexuales, robos e insultos.
La investigación se ha llevado a cabo por RAIS Fundación, a través de un contrato con la Asociación para el Empleo y la Formación de Personas con Discapacidad, en el marco del Programa Operativo Pluriregional de “Lucha contra la Discriminación” 2007-2013, cofinanciado por el Fondo Social Europeo.
