02/05/2013
Un estudio de la Obra Social la Caixa advierte que la financiación del Tercer Sector puede reducirse hasta un 30% en los próximos cinco años
El Tercer Sector comenzó a sufrir las serias consecuencias de la crisis económica en 2012, según un informe elaborado por el Instituto de Innovación Social de ESADE, la Obra Social "la Caixa" y la Fundación PwC. El documento, que lleva por título ‘Estudio sobre el presente y futuro del Tercer Sector social en un entorno de crisis', prevé que la financiación del Tercer Sector en nuestro país pueda caer hasta un 33% desde 2012 hasta 2016.
El estudio fue presentado la semana pasada en el CaixaForum de Madrid, en un acto en el que participaron el director general de Fundación “la Caixa”, Jaume Lanaspa; el director del Instituto de Innovación Social de ESADE, Ignasi Carreras, y el director de la Fundación PwC, Javier Garilleti.
La evolución de la financiación del Tercer Sector
A diferencia de la percepción generalizada, el informe muestra que entre 2008 y 2011 se mantuvo el 'status quo' económico del Tercer Sector: la financiación pública compensó la caída de la financiación privada. Sólo en 2011 se recibieron más de 8.000 millones de euros de financiación, con una alta dependencia de las Administraciones públicas (70% del total), mientras que más del 20% de la financiación privada procedía de la Obra Social de las Cajas de Ahorros. En ese periodo, el volumen de empleo superó los 400.000 puestos de trabajo remunerados.
Sin embargo, 2012 supuso la llegada del “tsunami” económico para el Tercer Sector de Acción Social, según los autores del estudio, y ello por varias causas: caídas en las altas de nuevos socios, dificultades de cobro cada vez más acuciantes, cancelaciones o falta de ejecución de subvenciones. Y todo ello en un entorno con menos posibilidades de acceso al crédito.
La complicada situación económica también se percibe en cuanto a la participación de la sociedad española en el Tercer Sector. De un 14% de población donante en 2006 se pasó a un 9% en 2010 (un porcentaje que es la mitad del que existe a nivel europeo).
En cambio, entre 2008 y 2011 se incrementó el tiempo de voluntariado y el de ayuda a necesitados. El 51% de los encuestados afirma que la principal razón de este incremento es la imposibilidad de poder contribuir con una mayor colaboración económica.
Nuevas estrategias de actuación
El informe determina varias líneas de acción que empiezan ya a desarrollar las entidades del Tercer Sector para poder compensar la pérdida de financiación y poder sobrevivir en un futuro.
Las opciones de mayor financiación provienen cada vez más del ámbito privado, con unos donantes que buscan un modelo más enfocado a los resultados y con un perfil más profesionalizado. No obstante, a corto plazo este tipo de financiación retrocederá alrededor de un 6%, según las previsiones publicadas, aunque este recorte será mucho menos acentuado que el del sector público.
Por otra parte, las entidades tendrán que establecer mayores vínculos de colaboración entre ellas en proyectos conjuntos, en herramientas de medición de resultados o en servicios compartidos. Y deberán priorizar las actividades de atención directa por parte de los financiadores y, por lo tanto, adaptar su cartera de servicios a las nuevas necesidades.
Las entidades del Tercer Sector, no obstante, no han podido evitar llevar a cabo medidas drásticas como EREs o reducciones de plantillas, la no renovación de contratos y el cierre de sedes o de las propias asociaciones.
Un estudio para mejorar el Tercer Sector
La Obra Social "la Caixa", la Fundación de PwC y el Instituto de Innovación Social de Esade han desarrollado este proyecto para analizar de forma cuantitativa y cualitativa el Tercer Sector de Acción Social en España y así proponer mejoras que garanticen tanto su futuro como su sostenibilidad.
El origen de esta iniciativa está en la visión común que poseen las tres entidades de que, más allá del impacto inmediato de la crisis en términos de recursos materiales disponibles para desarrollar su tarea, el Tercer Sector se enfrenta a la necesidad de dar respuesta a un conjunto de retos relevantes de futuro para seguir cumpliendo su misión.
Desde el punto de vista de los tres promotores de la iniciativa, el Tercer Sector se ha convertido en un actor clave en el desarrollo social y económico del país. Su relevancia se refleja en las dimensiones del fenómeno: el número de organizaciones que lo integran, la multiplicidad de necesidades sociales que satisfacen, el número de beneficiarios a los que atienden, el empleo que generan y el voluntariado que movilizan.