19/10/2006
El Gobierno español y las ONG acuerdan ampliar al 0,7% la asignación del IRPF a proyectos sociales
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Amparo Valcarce, y las Organizaciones No Gubernamentales pertenecientes al Consejo Estatal de ONG de Acción Social han firmado un nuevo acuerdo marco para el trabajo conjunto en el desarrollo de programas sociales, cuya principal novedad es la ampliación del 0,5% al 0,7% el porcentaje destinado a proyectos sociales de la asignación voluntaria de los ciudadanos en su declaración del IRPF.
El Gobierno y las ONG sitúan la lucha contra la pobreza, la ayuda a las personas y colectivos excluidos o en riesgo de exclusión social, y la atención a las personas dependientes (ancianos y discapacitados graves) como objetivos prioritarios de la política social, a los que dedicarán el máximo esfuerzo posible, en el marco del Plan Nacional para la Inclusión Social del Reino de España, y de la Ley de Autonomía Personal y de Atención a las Personas en Situación de Dependencia.
También, y por primera vez, se atenderán necesidades de desarrollo ecológico y de protección medioambiental en relación con la calidad de vida de las personas.
Calidad, eficacia y transparencia
El compromiso ético de eficacia y calidad en la ejecución de las políticas sociales exige de las ONG un permanente esfuerzo de adecuación a las nuevas necesidades sociales emergentes, la incorporación en su seno de procesos de mejora continua y la máxima transparencia financiera y de gestión, en la línea marcada por el Plan Estratégico del Tercer Sector de Acción Social.
Según el acuerdo, este esfuerzo deberá ser fomentado desde la administración, a través de las correspondientes ayudas y subvenciones para el establecimiento de dichos procesos de mejora y modernización de las organizaciones sociales, con el consiguiente incremento en la calidad de sus servicios a los colectivos atendidos por ellas.
Promoción del voluntariado
La consolidación de un Tercer Sector moderno y eficaz necesita, para su consecución, de la contribución de la participación ciudadana a través del movimiento voluntario.
El movimiento voluntario organizado desde las ONG deberá basarse en la sólida formación en valores de las personas voluntarias y una formación específica orientada a la adquisición de los conocimientos técnicos y de las habilidades adecuadas a las concretas necesidades de los colectivos destinatarios de su actividad.
Asimismo, se reconoce a las personas usuarias de la acción social como referentes esenciales de la misma, así como su derecho a participar en aquellas cuestiones y procesos de decisión que les afecten como destinatarias de aquélla.