14/06/2006
El Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa presenta su primer anuario
La presidenta del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa (ORSC), Cecilia Carballo de la Riva, ha señalado que la información que ofrecen sobre RSC las mayores empresas españolas, las integrantes del índice Ibex-35, es mejorable, por lo que les queda "mucho camino que recorrer".
En declaraciones a EFE, tras la presentación del primer anuario de la organización que preside, Cecilia Carballo dijo que este año "presionarán y trabajarán" para promover la implantación de mecanismos que sirvan para verificar el cumplimiento de la RSC, especialmente en empresas multinacionales. Indicó que estas compañías podrían cumplir algunos códigos ya existentes, como el de la ONU sobre derechos humanos o las normas de la OCDE sobre empresas transnacionales.
Sin embargo, precisó que el objetivo que persiguen se centra en verificar y contrastar, sin la mediación de auditores, si la información sobre RSC que envían estas empresas es real.
Respecto al "Código Conthe", la presidenta del ORSC comentó que supone un avance respecto a la regulación existente pero resulta insuficiente. En su opinión, transgrede la norma vigente, de ahí el malestar que creó entre las grandes empresas, y contiene recomendaciones adecuadas, aunque agregó que las empresas deben profundizar en la calidad de la información que ofrecen.
Sobre otras iniciativas que emprenderán este año, Carballo habló de la necesidad de presionar para que la Administración vele por la credibilidad y el cumplimiento de las normas de RSC, dado que la autorregulación es ineficaz.
En el acto de presentación del anuario, Carballo leyó un manifiesto sobre la situación del mundo y el papel que pueden jugar las empresas y personas para cambiarla. Durante su lectura habló de los destructivos hábitos de consumo que potencia la política neoliberal, que hacen peligrar la vida de la especie humana y de muchas otras, además de fomentar los desastres naturales, el cambio climático y la pobreza.
Por estos motivos, Carballo abogó para que las empresas sean más respetuosas con el mundo que les rodea, con los derechos humanos y se provean de normas de RSC. Para ello, exigió que los estados y los organismos multilaterales promuevan el desarrollo humano sostenible, a la vez que demandó más influencia de las ONG y otras asociaciones para poder cambiar la actuación de las empresas y participar en la denominada "regulación civil".
