27/05/2010
El grupo cooperativo Cajamar y el de Cajas Rurales del Mediterráneo siguen sumando socios
El grupo cooperativo Cajamar, encabezado por Cajamar Caja Rural, y el de Cajas Rurales del Mediterráneo, encabezado por Ruralcaja, siguen sumando nuevos socios. Recientemente ha sido noticia la aprobación, en asamblea general, de la adhesión de Caixa Turís al Grupo Cooperativo Cajamar. Se da la circunstancia de que esta pequeña caja, que aporta unos activos totales de 56 millones de euros, 2 oficinas, 15 empleados y 4.800 clientes, era una de las 20 rurales que se habían adherido previamente al grupo liderado por Ruralcaja.
El pasado 16 de abril la asamblea general de Caixapetrer aprobó, asimismo, su adhesión al Grupo de Cajamar, estando prevista su incorporación operativa para el próximo mes de noviembre, proceso al cual también podrá sumarse ahora Caixa Turís.
Por su parte, los socios de Caixa Rural de Xilxes han decidido entrar en el Grupo CRM, un proyecto que inició sus primeros pasos hace ahora un año y que concluirá el 11 de junio próximo con un total de 14 entidades asociadas. Con el acuerdo de la asamblea, Xilxes se suma a las adhesiones de Crèdit València (5 de mayo), Caixaltea (8 de mayo) y Caixa Burriana (21 de mayo).
Elevada atomización
La crisis financiera y las exigencias del Banco de España de concentración en el sector tienen en las últimas semanas como protagonistas a las cajas de ahorros, pero en el cooperativismo de crédito ambos factores están provocando una auténtica revolución desde hace un año. El supervisor ha sido muy claro con las rurales, en el sentido de instar a que se acabe la elevada atomización: suman unas ochenta entidades en España, frente a las 45 cajas de ahorros.
A diferencia de estas últimas, las cooperativas de crédito responden fundamentalmente ante sus socios, si bien tienen la particularidad de su vinculación con poblaciones determinadas y con el cooperativismo agrario.
Otro elemento diferenciador es que las rurales están apostando en este proceso exclusivamente por las llamadas fusiones virtuales, es decir, los SIP (Sistema Institucional de Protección), que mantienen la marca y la personalidad jurídica de sus socios, al tiempo que el grupo les unifica en las políticas de solvencia, liquidez y comercial, entre otras.
La andaluza Cajamar constituyó el primer SIP aprobado por el Banco de España, y a él se han sumado cinco rurales valencianas: Caja Campo, Albalat, Casinos, Petrer y Turís. La valenciana Ruralcaja lideró el año pasado la creación de Cajas Rurales del Mediterráneo, un grupo al que inicialmente se sumaron otras diecinueve cooperativas de crédito, incluida Turís, y que también cuenta ya con el visto bueno del supervisor.