13/05/2010
Juan Antonio Pedreño: “La economía social en España se está convirtiendo en un referente a nivel internacional”
Juan Antonio Pedreño cumple estos días su segundo año al frente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES). Llegó con el inicio de la crisis, y ésta persiste, lo que le ha obligado a trabajar, junto a su Directiva, a veces al doscientos por cien, con el fin de generar propuestas que puedan facilitar el mantenimiento y el crecimiento de las empresas a las que representa. La semana pasada en Toledo, antes del inicio de la Conferencia Europea de la Economía Social, CEPES celebró una nueva asamblea ordinaria, en la que se dio cuanta de las múltiples actividades realizadas. Tras la Asamblea, Pedreño atendió a este Observatorio Español de la Economía Social.
-Sr. Pedreño, ¿Qué balance puede hacer de este último año de actividad en CEPES?
-El balance tiene que ser optimista, puesto que la economía social, y con ella CEPES, están en un momento muy importante en España. Esto es así porque han convergido tres grandes eventos o circunstancias. El primero fue el acto del 18 de febrero, donde el presidente del Gobierno con su presencia hizo que se visibilizara la economía social en todo el Estado español. El segundo es el encadenamiento de las distintas conferencias europeas que ha organizado la Dirección General de la Economía Social, del Gobierno de España, con motivo de la presidencia española de la Unión Europea: la conferencia de responsabilidad social, en Palma de Mallorca; la de autónomos, en Sevilla, y la de economía social, aquí en Toledo, que ha supuesto el colofón con los casi 500 participantes de una veintena de países. CEPES ha tenido una participación activa en las tres, lo cual realza la transversalidad de CEPES en todos los aspectos de la economía. Y el tercer gran evento es la tramitación de la Ley de Economía Social, en la que estamos trabajando, que ha sido aprobada en el Consejo de Fomento de la Economía Social y que nos va a permitir contribuir, a lo largo de 2010, a poner en valor, con los partidos políticos, con las comunidades, con todas las personas involucradas, el papel y el significado de la economía social. El objetivo es que esta Ley sea aprobada en el Parlamento en el cuarto trimestre de este año. Creo, en este sentido, que con estos tres grandes eventos la economía social en España, en este año 2010, se está convirtiendo en un referente a nivel europeo.
-El momento es desde el punto de vista institucional muy positivo para la economía social, en cambio la coyuntura económica es muy complicada. Al respecto ¿qué sensaciones le transmiten las distintas familias de la economía social?
-Las empresas están preocupadas porque la situación no es fácil, pero al mismo tiempo yo creo que hemos pasado los momentos más difíciles, y dentro de esta coyuntura, que ya dura tres años, apenas se ha reducido el número de empresas de economía social, así como el número de empleados. Por tanto, yo creo que dentro de la preocupación hay un optimismo. En cualquier caso, es muy difícil hacer políticas activas a favor de un modelo de empresa si no es conociendo ese modelo y si no se comparten sus valores. Es imposible. Porque si los políticos no conocen, no valoran la significación que tiene que un modelo de empresa aporte determinadas cosas al mercado de trabajo y al mundo empresarial. Por ello incido en la importancia de la institucionalidad y el reconocimiento, porque ello va a poder facilitar que se hagan políticas activas desde todos los ámbitos de la Administración Pública. La visibilidad se traslada luego en operatividad, en cuestiones prácticas, en medidas en fomento del empleo en la economía social.
-Ha mencionado usted antes la importancia de la Ley de Economía Social. ¿Qué le parece como ha quedado el texto del anteproyecto de Ley?
-El texto lo valoramos de forma extraordinariamente positiva y por varias razones. La primera es que el conjunto de la economía social no tenía una reglamentación jurídica, a diferencia de cada una de las familias que componen el sector, y esta ley viene a cubrir esa carencia. La segunda es que marca una tendencia y la obligatoriedad de implementar medidas a favor de este modelo de empresa. La tercera es que considera a estas empresas de interés general. Lo dijo la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, durante la inauguración de la conferencia europea. Y por último se reconocen los valores, la necesidad de representatividad y de interlocución. Hasta ahora todo esto lo habíamos logrado como un favor, pero con la Ley tendremos el instrumento adecuado que va a normalizar definitivamente todas estas relaciones.
-Además de la Ley de Economía Social, ¿son necesarias más reformas legislativas que mejoren las condiciones de este tipo de empresas?
-En efecto se está trabajando en reformas de las leyes de cooperativas, de la de sociedades laborales y se está trabajando también en necesarias modificaciones fiscales, en temas de contabilidad, etc. Estamos impulsando un conjunto de reformas que van a desembocar en que las empresas de economía social sean más competitivas, tengan más recursos y más posibilidades. Hay una serie de grupos de trabajo constituidos en CEPES, que está trabajando en todo ello.
-Durante la Asamblea, CEPES ha aprobado un nuevo paquete de medidas concretas dirigidas al Gobierno, para fomentar la generación de empleo en la economía social. ¿En qué se enmarcan estas propuestas?
-Queremos ser responsables porque no entenderíamos ser de otra manera con la situación actual. Sabemos que es difícil poner en valor medidas de inmediata aplicabilidad y que automáticamente se genere empleo, pero a pesar de eso en efecto hemos aprobado una serie de medidas en la Asamblea que consideramos que, unidas a las dos baterías de medidas que propusimos anteriormente, aunque son radicalmente distintas, éstas están orientadas directamente a cómo se puede generar empleo. Yo creo que lo que está demostrando la economía social en estos dos últimos años es ser un sector muy proactivo, poniendo medidas encima de la mesa, de las que conocemos que sabemos que funcionan bien en nuestras empresas, y las que pueden beneficiar a la creación de empleo y a la creación de empresas.
-Recientemente ha sido noticia también la reapertura de la Subcomisión para el fomento de la Economía Social en el Congreso de los Diputados. ¿Cómo valora este hecho?
-La Subcomisión se va a abrir y se va a cerrar. Se reabre para que se aprueben las conclusiones, que ya están redactadas, tras las distintas comparecencias que hubo en la primera parte de la Subcomisión, antes de las elecciones generales de 2008. Pero tiene un valor importantísimo, porque queremos llevarles a los partidos políticos, y todos ellos están presentes en la Subcomisión, todo el soporte que va a hacer posible la Ley de Economía Social.
-Otro tema analizado en la Asamblea ha sido la actividad exterior de CEPES. ¿Qué retos se plantea su organización en este sentido? Particularmente, ¿qué nivel de presencia tiene CEPES en Latinoamérica?
-Es verdad, y lo hemos dicho en la Asamblea, que hemos ralentizado la acción de CEPES en Latinoamérica. Hemos estado presentes pero no hemos sido suficientemente activos. Ahora hay una voluntad específica de CEPES, compartida con la secretaria de Estado de Cooperación al Desarrollo, con la AECID, de que la economía social debe ser un aliado estratégico no sólo para trabajar allí y fomentar la creación de empresas, sino también para facilitar que empresas de allí puedan compartir negocios aquí. Esa acción se va a ver favorecida por la situación actual, que nos obliga a abrir mercados y a buscar aliados en países con los que compartimos necesidades.
-Una última cuestión. En estos momentos en los que se habla de unidad, de la necesidad del consenso y el entendimiento para contrarrestar los efectos de la crisis. ¿Qué tal son las relaciones con el resto de empresarios que no son de la economía social?
-Con el resto de empresarios las relaciones son normales, lo que sucede es que quien está acostumbrado a estar siempre solo, como único representante de los empresarios, no termina de ver con excesivos buenos ojos que aparezca otra confederación empresarial que aporte otro modelo de empresa, y que ésta busque su hueco en el diálogo social y en la participación institucional. Por tanto las relaciones son buenas, son normales, pero evidentemente seguimos estando apartados de determinados cauces, que llevamos tanto tiempo reclamando.
Imagen: Juan Antonio Pedreño.